Cariño, ¿y si se acabara hoy el mundo? ¿Y si ésta fuese la última vez que nos miramos? La última vez que nos tocamos, que nos olemos, que nos oímos. Nena. ¿y si fuese ésta la última vez que nos besamos? ¿Que pasaría si no hubiese mañana? Si no hubiese más momento que el ahora, más lugares que el aquí. Más razones que el contigo. ¿Que pasaría si sólo dispusiésemos de este momento? De este instante, casi, pero no eterno. Este todo y esta nada, que no es nada más que eso: nada. Te propongo, pues, que volvamos a crear, y a creer en ese imperio bajo tus sábanas. No recuerdo si de seda, de lino, o de retales de vida por vivir. Ese imperio, más poderoso que ningún otro hasta la fecha. Sin más grandes murallas que me separen de China, o de ti. Sin más fronteras que las que mi dedo dibuje una, y si tú quieres, mil veces sobre tu cuerpo desnudo. Sin más Cesares, ni Napoleones Bonaparte, ni más partes, aparte de nuestros corazones, partidos a partes iguales. Sin más conquistas ni reconquistas, que las del cielo de tu ombligo.
Sin nada. Ni nadie más que tu y yo. O más bien, nosotros.
Aunque no se acabe hoy el mundo. Promete creer que sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario