Para eso, mejor andar descalzo...

viernes, 31 de diciembre de 2010

Ponme otra ronda.

No paro de leer las cartas que me mandaste cundo aun me decías que me querías. 
Tampoco hace demasiado de eso, pero a mi me parece una eternidad. A ti también te parece que hace siglos de aquello, aunque no te atrevas a decírmelo.
Mientras, yo te espero en ese bar de la esquina, bebiendo un whisky con hielo, esa bebida que yo detestaba, y tu siempre pedías, no se si porque realmente te gustaba o para evitar que yo te pidiese un trago.
Y aunque te espere, y sepa que nunca vas a venir, pido siempre una ronda para ti. No te pilla lejos de casa. Algún día entraras, no se si por casualidad, o a comprar tabaco -aunque se que nunca has fumado-, y entonces, no tendrás más remedio que beberte esa copa que llevo ya años esperando que me aceptes.
Tardas mucho. Creo que voy a empezar a empezar a pasar de todo esto. 
Ya se que te dije que te iba a esperar eternamente.
Pero entiendeme, eso es demasiado tiempo.


3 comentarios: