Para eso, mejor andar descalzo...

sábado, 8 de enero de 2011

Buen viaje.


Hoy me he enterado de que te vas. Me he sentido tan impotente. Ya era demasiado tarde para convencerte de que no lo hicieses. Realmente daba igual; aunque me hubiese enterado ayer. O hace un mes. Hubiese visto tan lejano este día que no hubiese hecho nada por remediarlo. Tampoco creo que hubiese conseguido cambiar tu opinión, en fin, es tu vida. Tú lo sabes mejor que yo. Ya no hay nada que te ate a este lugar. Tampoco nadie. Quizás nunca lo hubo: ni nada ni nadie. No sé muy bien a donde vas. Ni porqué. Solo sé que desde aquí no alcanzaré a verte. Tal vez, estarás tan lejos que no alcanzaré ni tan siquiera a imaginarte. Ya sé que últimamente la cosa se enfrió entre nosotros. No se a quien culpar. Quizás no sea culpa de nadie. O Quizás sean solo imaginaciones mías. Pero siempre que vuelvas, sabes que te estaré esperando. Creo que una parte de mí le gusta esperarte. Me inspira. Pero podrías volver ya para quedarte. Que le den a la inspiración y a las despedidas. En fin, de momento, solo me queda desearte buen viaje, pequeña.

1 comentario: