Para eso, mejor andar descalzo...

viernes, 2 de septiembre de 2011

El dia de su boda.


-Ya se que nos vemos de cuando en cuando, pero, de un tiempo a esta parte, ya no me dices lo guapo que estoy cada vez que me ves. Yo tampoco te digo lo mucho que te quiero, y no es por que haya dejado de hacerlo.
-Calla por favor, sabes que ya no deberías de decir esas tonterías.
-No son tonterías. Tampoco es ningún reproche.
-¿Y porque vienes ahora con esas? después de tanto tiempo.
-No lo se, quizás nunca se me había ocurrido. O quizás nunca había reunido el valor para decírtelo. 
-¿Y porque ahora? ¡El día de mi boda!
-No intento hacerte cambiar de parecer. Cásate. Se feliz. Pero yo nunca olvidaré lo que pudo haber sido y no fue, y no es. Y..... no será.
-¿Y porque no fue? Explícamelo, si tanto me querías.....
-Nuestros intereses siempre han sido diferentes. A mi me interesabas tú. A ti, yo. ¿Pueden haber intereses más contrarios?
-....

No hay comentarios:

Publicar un comentario